Entrevista con Jack Kornfield

Author and Buddhist practitioner

por The Knowledge Project Podcast2023-01-10

Jack Kornfield

En una cautivadora conversación en The Knowledge Project Podcast, el reconocido autor y maestro budista Jack Kornfield compartió profundas reflexiones obtenidas de una vida dedicada a comprender la mente y el corazón humanos. Desde la rigurosa disciplina de un monasterio forestal en el sudeste asiático hasta la confrontación de demonios personales, Kornfield ilumina un camino práctico hacia la paz interior, revelando cómo nuestra relación con el sufrimiento, las emociones y nuestra voz interior moldea nuestra realidad y nuestra capacidad de libertad.

El Camino Monástico: Abrazar el Sufrimiento como un Portal

El viaje de Jack Kornfield hacia la sabiduría interior comenzó de manera poco convencional. Recién salido de Dartmouth College durante la Guerra de Vietnam, buscó refugio del reclutamiento militar, encontrándose en Tailandia con los Cuerpos de Paz. Fue allí donde conoció a un venerado maestro y eligió convertirse en monje budista en un monasterio forestal salvaje en la frontera de Tailandia y Laos. El saludo inicial de su maestro fue sorprendente: "Espero que no tengas miedo de sufrir". Cuando Kornfield expresó su confusión, el maestro rio y ofreció una distinción transformadora: "Hay dos tipos de sufrimiento: el tipo del que huyes y que te sigue a todas partes, y el tipo al que te enfrentas, y ese es el portal hacia la Libertad. Si te interesa, entra".

La vida en el monasterio ascético era intensamente disciplinada. Los días comenzaban antes del amanecer, con los monjes golpeando los caminos para alertar a las serpientes, seguido de meditación, rondas de limosnas por los pueblos y trabajo comunitario. Al menos una vez a la semana, se sentaban a meditar toda la noche. Este riguroso entrenamiento, tan diferente a todo lo que había conocido, comenzó a llenar los vacíos cruciales que había dejado su educación de la Ivy League.

Aprendizajes Clave:

  • El sufrimiento es una parte ineludible de la vida, pero cómo nos relacionamos con él determina su poder sobre nosotros.
  • Enfrentar la incomodidad y el desafío de frente puede desbloquear caminos inesperados hacia la libertad.
  • La práctica rigurosa y disciplinada, ya sea física o mental, puede conducir a profundos cambios internos.

Uniendo Mundos: Ivy League vs. Sabiduría Interior

Kornfield reflexionó sobre su educación en Dartmouth, describiéndola como solo "la mitad del currículo" para una vida sabia. Aunque aprendió filosofía, historia, matemáticas y ciencias, omitía por completo habilidades vitales para la vida. "Nadie me enseñó qué hacer con mi ira y rabia hacia mi padre violento, todo lo cual estaba guardado dentro", admitió, "nadie me enseñó a tener una relación amable o a escuchar con algo de compasión, nadie me enseñó qué hacer con los miedos y ansiedades que surgen para todos nosotros como seres humanos o incluso cómo estar conmigo mismo de una manera profunda en mi propio cuerpo, corazón y mente".

Incluso en el monasterio, surgieron desafíos. Al contraer malaria en su pequeña cabaña, se sintió miserable y anhelaba su hogar. Su maestro lo visitó, reconociendo su sufrimiento y ofreciendo un silencioso aliento: "sabes cómo hacer esto... esto es parte de tu entrenamiento y... puedes hacerlo". Esta transmisión de resiliencia de alguien que había enfrentado selvas, malaria y tigres, subrayó la profunda educación práctica que estaba recibiendo: un entrenamiento en el perdón, la compasión, la estabilidad y una conciencia inquebrantable.

Ideas Clave:

  • La educación tradicional a menudo pasa por alto la importancia vital de la inteligencia emocional y el cultivo interior.
  • Las emociones no procesadas del pasado pueden persistir e influir en nuestro estado actual.
  • La adversidad, cuando se enfrenta con resolución interna y guía sabia, puede convertirse en un poderoso maestro.

Haciéndonos Amigos de Nuestras Emociones: De la Rabia a la Autocompasión

A pesar de considerarse pacífico, Kornfield encontró que la ira afloraba durante su entrenamiento monástico, una ira desproporcionada a los eventos presentes, arraigada en su infancia con un padre brillante pero "paranoico y periódicamente iracundo y violento". Cuando se acercó a su maestro, esperando consejo para suprimir la ira, la respuesta fue sorprendente: "Bien". Su maestro le instruyó: "Vuelve a tu cabaña... si vas a estar enojado, hazlo bien. Y siéntate allí hasta que conozcas la ira, hasta que puedas escuchar la historia que cuenta... hasta que puedas sentir su energía... hasta que puedas encontrar una manera de realmente estar con ella y no huir".

Esto marcó el comienzo del aprendizaje para confiar en su capacidad de estar presente para las emociones. La práctica implica reconocer, nombrar (ira, miedo, alegría), sentirlas en el cuerpo y hacerles espacio. Esta conciencia plena expande nuestra "ventana de tolerancia", permitiéndonos observar las emociones "como visitantes" en lugar de ser consumidos por ellas. Fundamentalmente, nos ayuda a darnos cuenta de que las emociones no son solo personales, sino parte de una experiencia humana compartida. Este proceso nos permite acercarnos a nuestra voz interior —que a menudo intenta protegernos a través de la autocrítica— con amabilidad: "gracias por intentar protegerme o gracias por intentar mantenerme a salvo. Estoy bien, puedes relajarte".

Prácticas Clave:

  • La observación consciente implica nombrar las emociones, localizar su sensación en el cuerpo y comprender las historias que cuentan.
  • Expandir la "ventana de tolerancia" permite que las emociones se experimenten sin ser abrumadoras.
  • Cultivar la autocompasión transforma la crítica interna en un reconocimiento amable de nuestra humanidad compartida.
  • Regar conscientemente las semillas de alegría, amor y conexión para fomentar un crecimiento positivo interior.

El Poder de la Pausa, el Ritual y la Intención

Kornfield destacó cómo nuestros días a menudo se descontrolan a partir de pequeños detonantes: un desaire en una reunión, la ira al conducir. Como bien señaló, "parece que casi todos nuestros problemas provienen de nuestro estado interior y, si perdemos el equilibrio, recuperarlo rápidamente es clave, porque si nuestro estado interior está en calma y satisfecho, no buscamos peleas, no creamos dramas ni llevamos la cuenta". Una simple "pausa consciente", incluso solo unas pocas respiraciones, puede transformar nuestra reacción. Como terapeuta, hacía que sus clientes se sentaran tranquilamente durante cinco minutos antes de su sesión, permitiéndoles pasar de la reactividad a la presencia.

También habló del ritual como nuestro "lenguaje humano más antiguo", una forma poderosa de cambiar la energía colectiva e individual. Recordó encender una vela durante una reunión con jóvenes cínicos de pandillas callejeras, permitiéndoles honrar a sus amigos perdidos, transformando la atmósfera. Utilizó un gesto simple similar con VPs de Google. Los rituales, como los de los atletas de élite, sirven para marcar transiciones, devolviéndonos al presente.

Finalmente, Kornfield enfatizó el inmenso poder de la intención, explicando que en las enseñanzas budistas, "la intención es increíblemente poderosa para nosotros y se dice en las enseñanzas budistas que la intención es también la base del karma o la causa y el efecto". El ejemplo de chocar un automóvil —una vez por rabia, otra por un acelerador atascado— ilustra cómo acciones externas idénticas producen consecuencias internas muy diferentes basadas en la intención subyacente. Al establecer deliberadamente intenciones positivas, moldeamos conscientemente nuestro paisaje interior y el impacto que tenemos en el mundo.

Cambios Clave:

  • Integrar "pausas conscientes" para crear espacio entre el estímulo y la respuesta, permitiendo la elección consciente.
  • Utilizar rituales simples para enraizarse y cambiar el tono emocional de las interacciones.
  • Establecer intenciones conscientemente, reconociendo su profundo impacto en la experiencia personal y los resultados externos.

El Perdón: Liberando el Corazón

Una práctica vital para navegar la experiencia humana, enfatizó Kornfield, es el perdón. Aclaró que el perdón "no significa perdonar y olvidar y no aprueba lo sucedido". En cambio, requiere ver el daño con claridad, sentir el sufrimiento y decidir prevenir su continuación. Pero en última instancia, el perdón se trata de lo que nosotros cargamos. Compartió la conmovedora historia de una mujer en un amargo divorcio que, a pesar de las crueles acciones de su exmarido, declaró: "No legaré a mis hijos un legado de amargura sobre su padre".

Kornfield recordó otra historia de dos ex prisioneros de guerra, años después de su tortura. Uno le preguntó al otro si había perdonado a sus captores. Cuando el segundo respondió: "No, nunca", el primero sabiamente dijo: "Bueno, entonces todavía te tienen en prisión, ¿verdad?". Esta poderosa anécdota subraya que el odio y la amargura aprisionan más a quien los lleva que al objeto de su ira. El perdón, por lo tanto, no es un regalo para otro, sino una liberación del propio corazón, permitiéndonos vivir con dignidad y un espíritu abierto, independientemente de las injusticias pasadas.

Aprendizajes Clave:

  • El perdón es un proceso profundamente personal de liberar el resentimiento para el propio bienestar.
  • No significa condonar acciones dañinas ni olvidar el pasado, sino elegir no ser definido por él.
  • Al perdonar, rompemos ciclos de dolor y evitamos que el legado de amargura continúe.

"Comienza con estas capacidades internas... que nosotros como seres humanos también tenemos que cambiar nuestra relación con nuestras emociones y nuestros miedos... y pasar de vivir una vida de miedo a vivir más una vida de conexión y compasión." - Jack Kornfield